lunes, junio 26, 2006

Consumo Responsable y Comercio Justo

Cuando compramos un producto, lo que tenemos en cuenta son 2 cuestiones: el costo y el beneficio. Estos factores se alteran, pero son los que determinarán nuestra adquisición. Nos fijamos cuanto vamos a gastar, buscando el mínimo de gasto posible, y a la vez pretendemos el máximo de beneficio, es decir que el bien adquirido nos cubra nuestra necesidad de la mejor manera posible.

En base a estos dos criterios propongo sumarnos al Comercio Justo, que no es más caro que el otro y hace bien a quienes trabajan en este tipo de emprendimiento.

La Cooperativa la Asamblearia del barrio de Nuñez, en Buenos Aires, dice sobre el Comercio Justo:

“Queremos establecer lazos económicos que no se basen en el lucro y la especulación, sino en la valoración del trabajo y del medio ambiente, del cual dependemos y al que le debemos la vida.
Ejerciendo las mejores prácticas posibles de producción autogestiva y ecológica, buscamos al consumidor responsable que consuma preservando el ambiente y la calidad de vida de los trabajadores”.

Por la tarde, en el trabajo, le pregunté a Pablito que es consumo responsable, y me dijo que se le venía a la mente el ahorro de energía.
A la noche, en la fiesta largué la idea del consumo responsable y me respondieron que era una idea delirante. Ante esa respuesta me puse a pensar, ¿qué tiene de complicado informarse quienes producen en cooperativas o fábricas recuperadas y buscar esos productos?
Hay muchos y muchas que se llenan la boca hablando de “revolución” o cambiar al mundo y se dedican a comprar a explotadores o multinacionales.
La idea llega más lento a Tucumán, pero es necesario que compremos lo que producen las cooperativas y fabricas recuperadas, si lo instalamos al tema nos beneficiaremos inmensamente, ya que hoy somos consumidores, pero mañana seremos productores en el papel de trabajadores o empresarios.