sábado, marzo 27, 2010

Asignación Universal por Hijo


COMPARACION CON PLANES SOCIALES DE OTROS PAISES, ALCANCE Y MONTO DEL BENEFICIO

"Es el más ambicioso de la región" Por Tomas Lukin

La Asignación Universal por Hijo (AUH) no es el único plan social con ese enfoque en la región, pero sí el más ambicioso en materia de cobertura y monto de las transferencias. Otros países han implementado proyectos de ejecución similar como Bolsa Familia de Brasil, Plan Oportunidades de México, Programa Juntos de Perú o Chile Solidario. Todas estas iniciativas consisten en la entrega directa de dinero a familias en situación de pobreza a condición de que los menores de 18 años concurran a la escuela y/o presenten los certificados de vacunación correspondientes. El costo fiscal que estima la Anses es de 8424 millones de pesos en el año, el 8 por ciento de las erogaciones totales del organismo que conduce Diego Bossio. "Es el plan más importante en la historia argentina y de toda América latina. Implementado con una transparencia y eficiencia nunca antes observada. Además, su puesta en marcha se hizo en tiempo record para un programa de esta magnitud", remarcó a este suplemento el gerente de Asuntos Especiales de la Anses, Luis Macagno. Otro dato relevante que destacan desde el organismo previsional es que la AUH permitió crear la base de datos más grande y uniforme del país.

El plan representa 0,58 por ciento del PIB, mientras tanto el exitoso programa Bolsa Familia, impulsado por Lula da Silva, alcanza al 0,39 por ciento del Producto y el mexicano Oportunidades, 0,31 por ciento. Según el documento de Panigo, Agis y Cañete, la AUH otorga la prestación mensual por familia más elevada en dólares, 94 dólares contra 55 en México y 50 en Perú. En Brasil la erogación asciende al equivalente a 43 dólares.

La extensión del sistema de asignaciones familiares a los hijos de los trabajadores más precarios, los desocupados y las empleadas domésticas amplió la cobertura del sistema desde el 53 por ciento a casi el 90 por ciento de los menores de 18 años. Es precisamente sobre ese sector donde recaía principalmente la pobreza, inclusive luego de seis años de una fuerte reducción. La Anses proyecta que el padrón avanzará hasta los 3,9 millones de niños. Restan incorporar alrededor de 400 mil niños cuyos padres se encuentran percibiendo planes sociales de Trabajo o De­sarrollo Social que son incompatibles con la AUH. A su vez en el Ejecutivo están analizando mecanismos para incorporar al plan alrededor de 150 mil monotributistas de la categoría más baja.

La cobertura de la AUH supera el 30 por ciento en las provincias del NOA y NEA, mientras que en la Patagonia el indicador ronda el 20 por ciento. En la Ciudad de Buenos Aires la cifra asciende al 18,1 por ciento de los niños. En tanto, en la provincia de Buenos Aires es el 25,3 por ciento (1,1 millón de chicos), mientras que en Córdoba representa el 28,9 por ciento (281 mil) y en Santa Fe, el 29,4 (280 mil)

Tomado de Pagina 12.com.ar

viernes, marzo 26, 2010

miércoles, marzo 24, 2010

Esas caras que ya no están.


Facebook es raro Por Victoria Ginzberg

Facebook es raro. Desde hace unos días empezó a circular un mensaje para que el 24 de marzo los usuarios saquen sus fotos de perfil y dejen una silueta como homenaje a los desaparecidos. Como aquel siluetazo de los ’80, pero virtual. En la Argentina, muchos lo saben, es difícil tomar una decisión de ese tipo sin discutir o al menos intercambiar posiciones. Así que surgió –en Facebook, está dicho– una corriente que propuso que, en vez de la figura vacía, se publicaran las fotos de los desaparecidos. Las caras, las historias, los nombres, la vida.

Me pregunté si el asunto se estaba banalizando (que si la silueta sola, que si con la leyenda de “Nunca Más”) o si, por el contrario, nos estábamos tomando demasiado en serio esto de la red social virtual. Hubo mensajes con inquietudes similares. Decían que la discusión debía ser otra y que estaba en otra parte.

Entonces, desde Barracas, mi primo Hugo subió una foto: su mamá, mi mamá y el papá de mi prima Natalia en la playa con un amigo. Y cambié mi foto de perfil. Después, desde Montreal, mi prima subió otra foto: mi mamá y mi abuelo en la casa de Castelar. Y tengo tan pocas fotos de mi abuelo. Y así, de a poco y de repente, el lunes me quedé mirando cómo mi computadora hacía marcha atrás unos cuarenta años y se llenaba de fotos en blanco y negro.

Entonces, desde México, Paula Mónaco Felipe subió las fotos de sus padres. Y Pipi Oberlin le escribió: “¡La verdad que es muy emocionante conocer a los papás de todos! Estuve todo el día colgada en fbk mirando eso. Besotes”. Muchos nos habíamos pasado el día presentándonos o mostrándonos a nuestros padres. Entonces, miré las fotos de mis contactos y vi muchas siluetas.

A algunos les parecía que el vacío expresaba mejor lo que querían decir, pero la mayoría era de personas que no tenían familiares desaparecidos. Con ese gesto decían que estaban con nosotros. Y me sentí acompañada por ellos. Abrazada. Porque hay que recuperar y compartir la historia, las caras, los nombres, pero también hay muchas historias que faltan, muchas caras que no conocemos y muchos nombres cambiados. Hoy hay que ir a la plaza, caminar juntos. Pero Facebook también tiene lo suyo. Es raro.