viernes, marzo 04, 2011

Noticia: Venezuela, Libia

Caracas, 4 mar (PL) La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) apoyó hoy en esta capital la propuesta del presidente venezolano, Hugo Chávez, de crear una comisión mediadora para la solución pacífica del conflicto en Libia.

* Chávez ratifica condena a planes bélicos estadounidenses contra Libia

Durante una reunión que incluye en su agenda el análisis de esa iniciativa de paz, expresaron su respaldo cancilleres y altos funcionarios del bloque integracionista formado por Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, Dominica, Ecuador, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas y Venezuela.

"Sumamos la voz de Cuba a la iniciativa del presidente Chávez", señaló el ministro de Relaciones Exteriores de la isla, Bruno Rodríguez, quien denunció los planes de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN de intervenir en la nación norafricana para apoderarse de su petróleo.

Rodríguez instó a los pueblos amantes de la paz a acoger esa fórmula, que busca neutralizar pretensiones bélicas enmascaradas en gestos humanitarios y preservar la soberanía del pueblo libio y el control de sus recursos.

Similar postura mostraron los cancilleres de Ecuador y Bolivia, Ricardo Patiño y David Choquehuanca, respectivamente.

El gobierno ecuatoriano saluda la propuesta de Chávez y cualquier otra que favorezca el diálogo, y deplora cualquier aprovechamiento del conflicto interno para justificar una intervención extranjera con el claro objetivo de apoderarse del petróleo, afirmó Patiño.

Por su parte Choquehuanca, destacó la necesidad de promover en el convulso escenario libio mecanismos de paz garantes de la autodeterminación.

Estamos de acuerdo en realizar todos los esfuerzos posibles para restaurar la paz en ese hermano territorio, siendo enfáticos en el rechazo de Bolivia a una agresión militar, apuntó.

La víspera, Chávez aseguró que el líder libio, Muamar El Gadafi, aprueba la iniciativa mediadora.

Además, hemos conversado el tema con presidentes de varios países latinoamericanos, árabes y africanos, agregó el estadista.

Algunos países como Estados Unidos han rechazado la propuesta de Chávez, lo cual aumenta las preocupaciones sobre la posibilidad de que Washington tenga una única apuesta, la guerra.

miércoles, marzo 02, 2011

Techos, adrenalina y delitos ambientales...

"No lo podíamos creer, fue tremendo, todo el techo se desplomó sin previo aviso", expresó, Judith Casali de Babot, decana de la Facultad de una provincia, en una lejana galaxia, hace mucho, mucho tiempo... ¿Acaso las baldosas flojas avisan antes de salpicar?


Nota de www.prensacontrapunto.com.ar
martes, 01 de marzo de 2011

OPINIÓN | DESPIERTAME CUANDO PASE EL TEMBLOR

El lunes 28 de Febrero, aproximadamente a las 6 de la mañana, se derrumbó el techo del Anfiteatro “C” de la Facultad de Filosofía y Letras (Universidad Nacional de Tucumán). El siniestro sobrevino fuera del horario de clases, y –en consecuencia- no ocasionó herido alguno. Sin embargo, este final feliz fue producto de un puro azar, ya que las autoridades de la casa de estudios en cuestión no tomaron ninguna medida preventiva, liberándose así de una posible (y severa) responsabilidad civil de forma exclusivamente contingente. Esto evidencia una preocupante negligencia en lo que atañe a la seguridad de los estudiantes y una absoluta falta de respuesta en relación con el deplorable estado en el que se encontraba –y se encuentra-, desde el punto de vista edilicio, el establecimiento. Por ContraPunto.
Judith Casali de Babot -decana de la facultad- manifestó, al ser entrevistada por La Gaceta, que “"no podíamos creer lo que veíamos. Fue tremendo, todo el techo se desplomó, sin previo aviso. Fue una suerte que ocurriera hoy porque el viernes se dictaron clases allí". No se le escapa a la propia funcionaria el hecho de que, en efecto, su intervención se redujo a una suerte. Dadas las circunstancias, podrían haberse producido incluso víctimas fatales. Por otro lado, el caracterizar un acontecimiento de este tipo como algo increíble, que adviene sin previo aviso, no sólo comporta un tácito reconocimiento de incompetencia, sino que también plantea serias dudas acerca del destino de los capitales asignados a la entidad. Idéntico discurso esbozó presuroso ante los micrófonos de Canal 10 el rector Juan Cerisola, quién además deslizó a través del secretario de planeamiento el Arq Carlos Prieto que “podría deberse al temblor del 21 de febrero pasado en la provincia” y que no habían fallas evidentes en las “inspecciones” que realizaría esa secretaria universitaria.

Cabe recordar, al respecto, que el discurso oficial de la UNT referente a los fondos que recibe de la minería contaminante se orquesta, en gran medida, alrededor de la supuesta inversión que se realiza en la propia Universidad a raíz de estos caudales. Es preciso concluir, a la luz de episodios como el de hoy, que esta presunta inversión no se ve reflejada en la calidad de sus instalaciones. ¿Será que el dinero sucio de La Alumbrera ni siquiera acaba empleándose en la propia Universidad?
En este sentido, los estudiantes –además de encontrarse hacinados y en condiciones que vulneran seriamente su derecho a una educación gratuita- corren el riesgo de ser heridos de gravedad o incluso perder la vida, y para advertir este horizonte de gravedad basta con comprobar las fotos del caso.
La UNT adoptó para sí el siguiente lema: “Pedes in terra, ad Sidera Visus” (con los pies en la tierra y la mirada en el cielo). Esta línea, que hasta el día de hoy tenía más bien poco que ver con la vida académica real en la institución, involucra ahora nuevas significaciones. Sí, es ciertamente preciso mantener la mirada en el cielo, ya que el techo puede hundirse en cualquier momento.

domingo, febrero 27, 2011

Libia, Libia

Al cierre de esta edición, fuerzas leales al régimen libio y milicias opositoras disputaban cuerpo a cuerpo por el control del último reducto fiel a Muammar el Khadafi

Puede ser cuestión de horas o de días, difícilmente de semanas, pero en cualquier caso la suerte de Muammar el Khadafi ya está echada. Aunque todavía pueda cobrarse muchas víctimas, sus cuatro décadas al frente de un régimen despótico están llegando a su fin. La ceguera del más antiguo autócrata de África le hizo creer que su poder era inamovible, que contaba con el apoyo entusiasta de su pueblo y que en ningún caso iba a correr la misma suerte que sus homólogos de Túnez y Egipto, Ben Ali y Hosni Mubarak. Estaba convencido de que su hijo Saif al-Islam (Espada del Islam) le sucedería en el poder y que a éste le sucederían a su vez sus hijos.
El coronel libio reapareció el viernes ante sus fieles congregados en la plaza Verde de Trípoli. En una patética intervención de pocos minutos, antes de desaparecer con rumbo desconocido, Khadafi pidió a sus seguidores que aplastaran con las armas a los rebeldes “drogadictos” y “terroristas”, que ya tienen bajo su control amplias zonas del país.
Todavía confía en que repartiendo millones de dólares en efectivo en las calles conseguirá mantener el apoyo de una parte de la población y que los bombardeos de sus fuerzas leales y las matanzas protagonizadas por mercenarios reclutados en Sudán, Ghana, Chad y Níger, lograrán aplastar las revueltas.
Pero la gran batalla por el control de Trípoli, la capital, está a punto de librarse. Este fin de semana empezaron las primeras escaramuzas. Columnas de fuerzas rebeldes, compuestas por ciudadanos armados y sectores del Ejército que se han sumado a estos, avanzaban ayer sobre Trípoli.
La segunda ciudad en importancia, Bengasi, al igual que Tobruk y otras poblaciones costeras del este de Libia cercanas a la frontera con Egipto, están ya en manos de comités populares, constituidos fundamentalmente por jóvenes, pero también por abogados y jueces, que se ocupan de la seguridad y la organización de la vida ciudadana. Ellos aseguran el abastecimiento de víveres a la población, el funcionamiento de los centros sanitarios, la actividad de los bancos y de las instituciones públicas, demostrando un grado de conciencia y organización superior al que se viene experimentando en Túnez o Egipto.
Los sublevados controlan las zonas petrolíferas más importantes, y su influencia alcanza ya a zonas importantes del oeste del país, acorralando a Khadafi y sus tropas de élite en Trípoli y poblaciones cercanas, en el extremo noroeste del país, fronterizo a Túnez.
Muchos temen que en su desesperación, el dictador decida utilizar las diez toneladas del letal gas mostaza que aún tiene en su poder. Ese gas mostaza, como buena parte del armamento con el que cuenta Libia, fue vendido por países occidentales, que parecen descubrir recién ahora que en Libia, como en buena parte del mundo árabe, había dictaduras.
La atractiva estabilidad política, económica, social y laboral que garantizaban a Occidente para hacer negocios regímenes como el libio, el egipcio y el tunecino, como garantizan tantos otros de esa amplia zona que va desde el norte de África hasta el Golfo Pérsico, esa “paz de los cementerios”, está tocando a su fin. Todo está en cuestionamiento. El contagio de las revueltas amenaza con propagarse incluso a otras zonas del mundo, fuera del mundo árabe y musulmán incluso. Y eso preocupa. Eso preocupa no sólo a los numerosos regímenes despóticos que hay en el mundo, sino incluso a los que no lo son, a muchos de los países democráticos, a los países desarrollados del “primer mundo”, a Estados Unidos, a los países de la Unión Europea. Los mismos gobiernos que tan a menudo imponen embargos, y se muestran tan celosos de que países como Cuba y Venezuela respeten los derechos humanos, y que otros países de América latina respeten el “orden establecido”, aplican un doble rasero cuando se trata de dictaduras respetuosas de ese orden, como las del mundo árabe y musulmán.
Dentro de ese cínico comportamiento generalizado, la Administración Obama se distingue por su reflejo, su oportunista adaptación a los acontecimientos. Washington ha comprendido que debe reacomodarse para no quedar al margen de los cambios que tienen lugar en esa zona tan importante del mundo. Por ello ha puesto a su diplomacia a trabajar en una carrera contrarreloj para intentar convencer a los regímenes vulnerables, de hacer a tiempo concesiones a sus pueblos para no correr la suerte de Ali, Mubarak o Khadafi.
Esa es una región riquísima en petróleo, es una zona con un aliado clave, Israel, que tras la caída de Mubarak, quedará más aislado, y es una zona con enemigos declarados: Irán, Hamás en Gaza, Hizbolá en Líbano y el radicalismo islámico en buena parte de la región. Es una zona en la que se juega demasiado para la geoestrategia mundial.
Mientras Obama mueve ficha, Europa sigue desubicada, sin saber cómo actuar, en una vergonzosa postura, más preocupada por cómo afecten las revueltas en el precio del petróleo o en la llegada de refugiados a sus costas, que en la suerte de esos millones de personas que están arriesgando sus vidas para intentar conseguir libertad y democracia real.

• Fidel y Chávez con Khadafi
De forma sorpresiva, los gobiernos latinoamericanos encuadrados dentro del bloque Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba) manifestaron su apoyo esta semana por el régimen libio. El ex jefe de Estado cubano Fidel Castro utilizó sus clásicas reflexiones políticas para advertir que la “Otan pretende intervenir Libia” y el primer mandatario venezolano calificó a Khadafi como un “amigo incondicional”. Las razones de este encuadre diplomático –muy diferente al resto de los gobiernos sudamericanos– tienen, por supuesto, explicaciones geopolíticas y otras que vienen del fondo de la historia. Cuba parece premiar al joven Khadafi, aquel que se posicionó fuerte dentro del Movimiento de Países No Alineados, y Hugo Chávez intenta darle cobertura a un socio clave de Venezuela dentro de la Opep. Igualmente, muchas veces, la retórica anti-imperialista de un modelo –como la de Khadafi– no tiene consonancia con su política doméstica. Por eso, al calor del bombardeo de poblaciones civiles en Libia, es llamativa la posición del Alba.

Tomado de http://sur.elargentino.com/