viernes, mayo 16, 2008

Bolivia contra los secesionistas


Abriendo paso al futuro
Antonio Peredo Leigue (ex - diputado nacional de Bolivia y periodista)



Algún diplomático, algo desesperanzado de comprender a Bolivia, me dijo el viernes pasado: “Por favor, den tiempo para entender lo que ocurre, antes de lanzarnos una nueva historia”. Hasta la mañana del jueves 8 de mayo, la propaganda mediática centraba en los referendos autonómicos la proyección política del país. La ilegalidad, los hechos de violencia protagonizados por la Unión Juvenil Cruceñista, el recuento de votos sin fiscalización; todo, en vez de desmerecer la consulta del domingo anterior en Santa Cruz, era usado para magnificar ese hecho. Incluso, el Senado de la República, el día anterior aprobó una resolución congratulatoria sobre tal evento.

Todo cambió al mediodía del jueves cuando, la bancada de PODEMOS, en el mismo Senado, se empeñó en aprobar el proyecto de ley sobre revocatoria de mandato para el Presidente y los prefectos; el gobierno había presentado este proyecto el año anterior, en un momento de alta tensión. El desarrollo posterior de los acontecimientos, determinó que se desestimara, por el momento, tomar ese camino; el proyecto, que ya había sido aprobado en Diputados, quedó en suspenso en el Senado sin fecha de consideración.

La bancada oficialista, sin haber tenido ningún indicio previo, reflexionó largamente sobre los motivos evidentes y ocultos que podría tener esa decisión sorpresiva. Contribuía a mayor especulación, la intención abiertamente declarada, de aprobar el proyecto sin modificaciones, pese a las objeciones que hacían antes. Pero, finalmente, los senadores del MAS acordaron aprobar el texto. Así, la ley fue aprobada por unanimidad.

Reacciones y contradicciones

Desconcertados por la situación, todos quedaron a la espera de la reacción que habría en el Palacio de Gobierno. Esa misma noche, el presidente Evo Morales, anunció que la ley sería aprobada apenas llegase a sus manos. El desconcierto cundió en los grupos de oposición; especialmente esto fue notorio entre los prefectos, que hasta poco antes veían despejado el camino para derrotar al gobierno mediante el fácil expediente de los referendos autonómicos.

Un conocido comentarista de televisión y radio, sin pelos en la lengua, dijo lo que muchos de los afectados se cuidaron de afirmar: que la convocatoria a referendo revocatorio era un arma efectiva para el gobierno.

Casi al mismo tiempo que se aprobaba la ley en el Congreso, el presidente Morales volvía a convocar a los prefectos para intentar el inicio de un diálogo que no parece concretarse, pese a todos los esfuerzos que se han hecho hasta ahora. Por supuesto, tampoco esta convocatoria será aceptada, como ya lo hicieron saber, esta vez con el pretexto de que la revocatoria cambia la situación política.

El largo tiempo de dos años

La toma de mando del presidente Evo Morales, el 22 de enero de 2006, fue un golpe del que la derecha tardó en rehacerse. Declaraciones hipócritas de convencimiento en la necesidad del cambio y sibilinas advertencias de que, las reformas, sólo podrían hacerse con el consentimiento de quienes seguían creyéndose dueños del poder, marcaron ese primer periodo que se alargó más allá de los tres meses. Cierto es que esperaban prontas desviaciones y errores fatales que (Continuar leyendo nota completa)

jueves, mayo 15, 2008

En Tucumán las asambleas ambientales defienden el derecho a un ambiente sano

El fiscal federal Nº 1, Emilio Ferrer, pidió el archivo de una denuncia penal que inició el juez de la Cámara Federal de Apelaciones, Ricardo Sanjuan, en contra de un grupo de ambientalistas que protestó por la demora de una causa contra un ejecutivo de Minera Alumbrera. “La manifestación no puede recriminarse penalmente porque sólo responde al libre ejercicio de derechos de expresión, reunión y petición a las autoridades garantizados por la Constitución Nacional”, concluyó Ferrer. Ahora, la última palabra la tiene el juez Mario Racedo. En diálogo con primerafuente, Sanjuan ratificó su denuncia y dijo que “fue un apriete”.

“La manifestación, escrito o reclamo que pudiera haberse hecho no puede recriminarse penalmente porque sólo responde al libre ejercicio de los derechos de expresión, reunión y petición a las autoridades, garantizados por la Constitución Nacional; aunque tomen la forma de protesta pública”. Con este argumento, el fiscal federal Nº 1, Emilio Ferrer, pidió el archivo de la polémica denuncia penal que realizó el juez de la Cámara Federal de Apelaciones, Ricardo Mario Sanjuan, en contra de ambientalistas que reclamaron por la demora en la resolución de una causa contra Julián Rooney, quien se desempeñaba como directivo de Minera Alumbrera al iniciarse la investigación judicial.

Antes de conocer el pedido de archivo por parte de Ferrer, Sanjuan recibió en su despacho a primerafuente y ratificó su denuncia penal. “Esa manifestación fue un apriete. No me pueden exigir como juez tal o cual decisión respecto a Rooney ni de nadie”, dijo molesto por la protesta pública.

(Nota completa en www.primerafuente.com.ar)

lunes, mayo 12, 2008

Fiscal federal de Tucuman Emilio Ferrer plantea que no hay extorsión en reclamos ambientalistas


Hace minutos en una entrevista radial con la periodista Graciela Barba de Radio Universidad, el fiscal federal de Tucumán, Emilio Ferrer, expresó que el reclamo de extorsión planteado por Mario Ricardo Sanjuan no se ajusta a la figura contenida en el articulo 169 del código penal.
Una buena noticia para compartir.
El Juez federal, Sanjuan planteaba que atacaban su honor en volantes repartidos solicitando los ambientalistas de la asamblea ambiental del Noa.
Los ambientalistas habian reclamado el procesamiento del directivo de empresa minera Alumbrera, Julián Rooney, por los daños causados por la empresa. Los reclamos fueron impulsados por Proeco, otras organizaciones ambientalistas y agrupaciones de izquierda, las que tuvieron eco en el fiscal federal Antonio Gómez.
Un buen antecedente, en vistas a los intentos de iniciar una nueva mina a cielo abierto en Catamarca, Agua Rica. Proyecto que cuenta con la complicidad de YMAD yacimientos mineros aguas de dionisio, organismo que cuenta en su comisión directiva con miembros de la universidad Nacional de Tucumán.
Es una contradicción, la universidad que tiene que buscar el desarrollo de la región colabora con la destrucción de su sostenibilidad, contaminando el agua con metales pesados y desarraigando a poblaciones enteras del valle de Santa María.
El gobierno nacional también fomenta un modo de explotación minera que está prohibido por la provincia de Tucumán.
(Fuente Radio Universidad 94.9, "Ecos de Vida", Lunes a Viernes 15 a 16 hs)

domingo, mayo 11, 2008

EL CONFLICTO AGRARIO Y LOS SOCIALISTAS - Por Alejandro Rofman


Este documento fue preparado por Alejandro Rofman. Claridad conceptual y una interpretación de la realidad que me permite saber quien es "el campo" y como se puede aportar para un país que produzca sin monocultivo, sin exclusión social y que tenga viabilidad en el tiempo.
Esta idea, de discutir con todos, es la que en Santa Fe lleva a delante el gobernador Hermes Binner
A continuación un fragmento de lo escrito por Rofman
(
abrofman@fibertel.com.ar)

I. EL OBJETO EN DISCUSION: EL ”CAMPO”

El “campo” es un recinto geográfico, con una extensa, variada y heterogénea trama social donde los actores que en él despliegan su actividad son muy diferentes y cumplen roles distintos. Los que toman decisiones son estos actores en función de su definida inserción económica y social.

Al respecto podemos reconocer, en la actualidad, al menos tres “campos”, muy diferentes entre sí en cuanto a las actividades que en ellos se despliegan, la organización social y técnica de la producción, las superficies de los predios en explotación y las modalidades de reparto del excedente económico generado, en caso de existir.

MODELO 1. El modelo más tradicional desde que la economía argentina se integró al comercio internacional de alimentos, a fines del siglo XIX, consiste en la explotación de predios en la Pampa Húmeda destinados a ofrecer al mercado interno y externo cereales, oleaginosas, carnes y leche.

Lo que más destaca a este sector social, asentado en las provincias de La Pampa, Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos, con prolongaciones recientes en Chaco, Salta, Formosa, Tucumán y Santiago del Estero es la presencia de relaciones técnicas de producción modernas, con tecnología de punta, creciente productividad y organización del sistema productivo en base a las reglas de un capitalismo avanzado, con fuerza de trabajo permanente y transitoria. Además de los adelantos tecnológicos destacados, que se observan en el uso de semillas genéticamente modificadas, maquinaria sofisticada y en permanente actualización y agroquímicos que garantizan incremento de la producción de modo acentuado y control de enfermedades y malezas, cabe destacar la preeminencia contemporánea del cultivo de soja. La producción de poroto de soja ha supuesto el corrimiento de la respectiva frontera agrícola hacia el norte del país. La Pampa Húmeda ya no es exclusiva receptora de las actividades de este “campo moderno” sino que desplazando a establecimientos ganaderos, lecheros y algodoneros, y desmontando extensas superficies boscosas, se ha instalado con cada vez más apropiación de tierra productiva la siembra de la soja. Esta es ya hoy responsable del 50% de la superficie destinada a agroalimentos en las zonas antiguas y nuevas dedicadas al cultivo de cereales y oleaginosas.

Finalmente, otro aspecto relevante de este modelo agrícola moderno y dinámico es que está estrechamente vinculado a procesos de transformación agroindustriales, con presencia en permanente expansión en el mercado exportador. Por último, debido a la creciente presencia de formas de intervención de capitales financieros y/o productivos que alquilan campos para sembrar exclusivamente soja de primera y de segunda, la tendencia al monocultivo se ha expandido notablemente, con las negativas consecuencias ecológicas que ello supone, como se ha alertado en fechas recientes desde distintos estudios de tal realidad.

MODELO 2. Un segundo modelo es el contrapuesto al anterior y reúne a la mayoría de los productores agrarios del país. Son explotaciones pequeñas o medianas empobrecidas, que alojan al agricultor y su familia y que tienen dificultades ciertas para acumular e, incluso, permanecer en la actividad. Se encuentran en la Pampa Húmeda, aunque en reducida proporción con respecto al total de establecimientos agropecuarios (sólo una quinta parte del total de unidades productivas) de la Región y principalmente en las regiones extrapampeanas (más del 60 % de unidades productivas en dicha extensa área).

El nivel de pobreza arriba consignado indica, como rasgo productivo esencial, que los tamaños de predio, la tecnología disponible, el equipamiento en maquinarias en posesión de tales productores y la incapacidad de acceder a precios justos, similares a los que perciben los agricultores modernos por su producción, son los rasgos distintivos de su comportamiento contemporáneo.

A diferencia de los establecimientos agropecuarios del modelo 1, en donde el propietario y su familia rara vez viven en el predio, en el Modelo 2 sus integrantes observan como característica resultante una fuerte propensión a seguir habitando en sus respectivas fincas. Los procesos emigratorios recientes, de las zonas rurales a las ciudades, los tiene como protagonistas principales, fenómeno que si bien no es nuevo, el cambio técnico y la incapacidad de acumular de las familias productoras ha acentuado sensiblemente. Ello viene provocando el creciente poblamiento de los cinturones externos de las grandes ciudades cercanas o lejanas, por inmigrantes pobres del “campo“ expulsor.

MODELO 3. Este modelo cubre específicamente las zonas del país de muy baja capacidad de soporte de población, por las condiciones ambientales desfavorables (reducida calidad de suelos, ausencia de recursos hídricos cercanos y niveles de precipitaciones pluviales muy escasos). El espacio paradigmático es la Patagonia centro y sur, con la excepción de algunos valles regados por ríos de origen cordillerano. En este espacio social se tiende a reemplazar baja productividad de la tierra por grandes extensiones para alcanzar una unidad económica rentable. La única explotación posible es la cría de ganado ovino, en forma muy extensiva, en predios de miles de hectáreas de superficie.

La innovación técnica o la incorporación de maquinaria y procesos más modernos encuentran en este Modelo barreras difíciles de superar para modificar su perfil, de muy baja densidad de población, ausentismo de sus propietarios y condiciones de calidad de vida muy rigurosas.

El ámbito rural, entonces, es un espacio social altamente complejo y heterogéneo y debido a ello es que corresponde conocer más detalladamente quiénes son y cuántos integran este encadenamiento de subespacios presentados previamente.

II. LOS ACTORES SOCIALES ¿QUIÉNES SON?

En el Censo de 2002 se estimó en poco más de 333.000 a los productores agropecuarios argentinos. Según un muy reciente estudio de la Secretaria de Agricultura de la Nación en el año 2002 existían 218.000 pequeños productores; el 65% del total de productores agropecuarios del país que sólo reunían el 13% del total de la superficie cultivada. ¿Quién es un pequeño productor en la definición oficial? El que no tiene fuerza de trabajo contratada en forma permanente y utiliza, con preferencia, la de origen familiar y que, además, posee superficies cultivadas de hasta 500 hectáreas por unidad productiva en las provincias de la Pampa Húmeda y las recién incorporadas al cultivo de la soja y de 25 hectáreas en las áreas bajo riego

En los últimos años de la cantidad total de 333.000 productores agropecuarios de todo el país, se dedicaron a cultivar soja en el verano (y luego hacen trigo u otra actividad en el invierno) una cifra estimada en 70.000 productores o rentistas de tierras, o pools de siembra, o grupos de inversión, o contratistas de tierras, etc. De esos 70.000 solamente 2.000 han sido responsables del 80 % de la producción de soja. Los otros 68.000 ocuparon nada más que el 20 % de la superficie cultivada en el país con el citado oleaginoso.

¿A qué se dedica el resto de los agricultores y ganaderos, que suman nada menos que 263.000, que no son sojeros, y que explotan sus tierras en predios grandes, medianos y chicos? A una amplia gama de procesos de producción, ya sean perennes o anuales. Entre los primeros citaremos a la actividad ganadera (ovina, vacuna, porcina, etc.) en todo el país según climas y recursos, a frutas de pepita (manzana y pera) en el Alto Valle de Río Negro y en Cuyo, a las frutas de carozo (durazno y ciruela en Cuyo y provincia de Buenos Aires, la uva en Cuyo y el Norte, al citrus en la Mesopotamia y en provincia de Buenos Aires, al maíz y al girasol (también cultivos de verano) en la Pampa Húmeda y en el oeste y el norte, a la caña de azúcar en el norte, al algodón en el Nordeste con preferencia en la provincia del Chaco, al poroto en el norte, a la yerba mate y al té en Corrientes y Misiones, al tabaco en varias provincias norteñas, a la avicultura y al arroz en la Mesopotamia y en provincias de Buenos Aires y Córdoba, y así de seguido. A todo ello hay que agregarle toda la actividad hortícola, que produce para el mercado de consumo del país hortalizas y legumbres, diseminada por el amplio territorio nacional. Estas múltiples y variadas actividades se realizan, si las cosechas son anuales, para los cultivos estivales en competencia con la soja (por ejemplo maíz y girasol) y si son perennes, en predios pequeños esparcidos por todo el país.

La gran mayoría de los pequeños productores son los llamados agricultores familiares y/o minifundistas, pues sus ingresos sólo les alcanza para reproducir su fuerza de trabajo, es decir, sostener los miembros de la familia que conviven en la finca y, en muchos casos, es insuficiente para ello por lo que deben acudir a que miembros de la unidad familiar se empleen fuera del predio para conseguir dinero en efectivo y/o produzcan alimentos para el auto consumo.

Los pequeños productores (218.000 en 2002, que reunían las dos terceras partes del total de productores del país) están particularmente afectados por una situación generalizada de ingresos bajos y dificultades severas para capitalizarse, como ya veremos.

Los pequeños productores no participan de la actividad en forma homogénea en todo el país. Su incidencia crece al 87% en la Puna, al 83% en los valles del Noroeste Argentino (Salta y Jujuy) y al 84% en el Chaco seco -la zona conocida como el Impenetrable- monte natural situado en la parte occidental de la provincia. Muy cercana a esas cifras porcentuales se encuentra la Mesopotamia, con el 79% y en el área chaqueña dedicada históricamente al cultivo de algodón, que registra un 73% de pequeños agricultores.

Según un reciente estudio, de los pequeños productores, sólo la quinta parte (el 21%) tienen capacidad de reproducción ampliada, es decir pueden crecer en base a la capitalización de sus beneficios. El resto, casi el 80 %, o sea más de la mitad de todos los productores agrarios del país tiene incapacidad de reproducirse y la mayoría de ellos tienen que trabajar fuera de su predio para alimentar a su familia.

Más adelante el estudio de la SAGPyA1 estima cuántos de los productores rurales argentinos, en el año 2002, deberían ser considerados -viviendo con sus familias- bajo la línea de la pobreza. Y llega a la conclusión que son poco más de 136.000, o sea el 40% del total de explotaciones agropecuarias del país. Otra vez, la incidencia es irregular según las zonas dado que el nivel de agricultores pobres crece al 61% en el Noreste y al 62% en el Noroeste.

El presente panorama marca con letras indelebles la extrema heterogeneidad estructural del agro argentino, si se considera a sus reales ocupantes.

Como podría criticarse esta información dado que fue relevada en plena crisis de los años 2001-2002, veamos un dato posterior. En el año 2005, bajo mi coordinación y con la colaboración de las lic. María del Pilar Foti e Inés Liliana García, realizamos un estudio sobre la oferta de crédito a la pequeña producción agraria. Para llevar adelante el análisis, relevamos la situación económica y social de la pequeña producción en Chaco y Tucumán, mediante una encuesta por muestreo representativo.

Resultó, entre muchos otros datos relevantes (como que los propietarios legales de la tierra no superan el 50 % del total), que tomando en cuenta los ingresos monetarios de los productores de algodón, caña de azúcar y tabaco, que allí predominan, la gran mayoría de los mismos (90 % en Chaco y una suma similar en Tucumán) son pobres2.

Es decir, la situación social de los más débiles de las respectivas cadenas productivas no mejoró entre 2002 y 2005 por causas atribuibles a su propia inserción en la actividad, la incapacidad para acumular y los bajos precios percibidos por su producción.

¿Qué nos dice toda esta información? Que tanto a nivel nacional como a nivel de las regiones más empobrecidas un caudal muy grande de productores no está en condiciones de acceder a un ingreso digno con su actual esquema productivo, en el que predominan relaciones desiguales de poder con intermediarios comercializadores; se observan dimensiones muy reducidas para una explotación rentable y se aprecia una extendida incapacidad de acumulación para modificar el perfil productivo. Y, por supuesto, ninguno produce soja porque si fuera así no serían pobres.

Entonces alrededor de la mitad, como promedio nacional pero con una incidencia mucho más aguda en el norte argentino, de los agricultores están condenados a no participar de ningún proyecto productivo exitoso, como el que personificó la expansión de la soja en el último decenio. Es evidente que hay más de un tipo de “campo” en la Argentina. El que acabamos de describir no pertenece al universo de los 70.000 afortunados productores de la citada oleaginosa, (sólo el 20 % del total de productores del país) por lo que sus reclamos pasan por otra dimensión. Ello, ha sido claramente remarcado en recientes declaraciones públicas del MOCASE (que representa a los minifundistas santiagueños), del Foro Nacional de Agricultura Familiar y de la Mesa de Coordinación de las Asociaciones de Agricultores Familiares de la provincia de Buenos Aires (que engloban a más de 300 organizaciones con decenas de miles de integrantes) y que suman, por lo menos, la misma cantidad que los productores sojeros.

Cabe, entonces, para los socialistas formularnos un serio interrogante. ¿A quiénes debemos respaldar y defender? Quiénes son los sujetos sociales que merecen nuestra particular preocupación en tanto constituyen el caudal de los más afectados y empobrecidos residentes en las diversas zonas rurales argentinas, sometidos a expoliaciones de diverso tipo, ya sea mediante canales de comercialización que los explotan o por quienes, necesitados de fuerza de trabajo temporaria, para sus actividades en fincas pequeñas (bajo riego), medianas o grandes (bajo secano) los contratan para tareas informales, con bajos salarios y deterioradas condiciones de habitabilidad para ellos y sus familias.

¿Qué pasa con el millón y más de trabajadores rurales, tanto permanentes como transitorios, explotados en los establecimientos agrícolas de mediano y gran tamaño sin que se adopten medidas efectivas para exigir a las patronales el pago de salarios justos y la regularización de tales actores sociales en el sistema de seguridad social?

TODOS ESTOS HABITANTES RURALES, QUE EXCEDEN EN MUCHO A LOS PRODUCTORES EXITOSOS DE LA PAMPA HUMEDA DEBEN SER LOS HABITANTES DE NUESTRO PAIS QUE MERECEN NUESTRO APOYO Y NUESTRO PLENO RESPALDO PARA EL LOGRO DE SUS REIVINDICACIONES

Los medianos y grandes productores agrícolas capitalizados acompañados de un pequeños segmento de agricultores de dimensión reducida han tenido fuertes beneficios tanto como arrendadores como por ser productores de oleaginosas y cereales..Recientes y serios estudios económicos sobre la rentabilidad en los predios de más de 500 hectáreas en la pampa Húmeda y de 300 hectáreas en las actividades del Modelo 1, así lo certifican. Aún con las nuevas retenciones obtienen significativos excedentes, poseen predios de altisimos valores en dolares y logran resultados positivos envidiables para cualquier habitante comprendido en las actividades del Modelo 2.

.NO NECESITAN DEFENSORES COMO NOSOTROS. LES BASTA CON LA GRAN PRENSA NACIONAL ,LOS POLITICOS DE LOS `PARTIDOS REPRESENTANTES DEL CAPITALISMO CONCENTRADO, LOS IDEOLOGOS DE LA INCORPORACION DE POOLS DE SIEMBRAS, FONDOS DE PENSION, NEGOCIOS FINANCIEROS DE LOS QUE ESPECULAN EN LOS MERCADOS A TERMINO Y LOS ECONOMISTAS DEL SISTEMA, SIEMPRE PREANUNCIANDO EL DERRUMBE O LA CRISIS FINAL PARA DESALENTAR A LA SOCIEDAD Y ALENTAR EL RETORNO DEL MODELO DE VALORIZACION DEL CAPITAL FINANCIERO

Más de la mitad de los productores agrarios argentinos, con presencia permanente con sus familias en las fincas productoras, esperan un pleno respaldo de quienes coincidimos con sus reclamos y exigimos un real transformación de las relaciones de producción que los acosa y agobia.

Para cumplimentar con este urgente e irrenunciable cometido como socialistas, exponemos a continuación un listado de acciones mínimas que se deberían implementar y que debemos comprometernos firmemente a impulsar en todas las instancias posibles.

III. ACCIONES QUE LOS SOCIALISTAS DEBEMOS APOYAR DENTRO DE UN MARCO DE TRANSFORMACION PRODUCTIVA CON JUSTICIA SOCIAL EN EL AGRO ARGENTINO

EXHORTAMOS A QUE SE PONGA EN MARCHA DE MODO INMEDIATO UN PLAN NACIONAL DE DESARROLLO RURAL QUE ABARQUE ATODOS LOS PRODUCTORES FAMILIARES DE MODO PRIORITARIO, QUE SEA PARTICIPATIVO EN SU DISEÑO Y CONTROL Y QUE GARANTICE EN EL MENOR LAPSO POSIBLE, ANTES QUE SEA DEMASIADO TARDE, LOS SIGUIENTES PUNTOS:

1. LEGALIZACION DE LOS TITULOS DE PROPIEDAD DE LOS PREDIOS QUE EXPLOTAN, PUES DECENAS DE MILES DE TALES AGRICULTORES AUN NO TIENEN DOCUMENTOS FEHACIENTES QUE LOS HABILITEN COMO PROPIETARIOS PLENOS.

2. DEFENSA INTEGRAL DE LOS PRECIOS DE SUS PRODUCTOS, QUE GARANTICE RENTABILIDES ADECUADAS, A TRAVES DE LA REINSTALACION DE LA JUNTA NACIONAL DE GRANOS Y DE JUNTAS REGULADORAS POR PRODUCTO, TAL COMO HOY FUNCIONA EL SISTEMA DE REGULACION DE LA YERBA MATE.

3. COMERCIALIZACION SIN INTERMEDIARIOS, TRANSPARENTE Y CON UN FUERTE COMPONENTE ASOCIATIVO PARA QUE LOS PRODUCTORES TENGAN ACCESO A LOS MERCADOS NACIONALES E INTERNACIONALES SIN QUE EN EL CAMINO OTROS ACUMULEN GANANCIAS DESMEDIDAS Y ELLOS PUEDAN ALCANZAR INGRESOS PARA SUBSISTIR Y CAPITALIZARSE.

4. CREDITOS AMPLIOS, A DILATADOS PLAZOS, CON TASA DE INTERES SUBSIDIADA, ENTREGADOS A CONSORCIOS, COOPERATIVAS O GRUPOS DE PRODUCTORES PARA UNA ADECUADA RECONVERSIÓN DE SU ACERVO TECNOLOGICO Y UN EFECTIVO PODER NEGOCIADOR EN EL MERCADO.

5. INCORPORACION DE TECNOLOGIA ECOLOGICAMENTE SUSTENTABLE, QUE PERMITA INCREMENTOS EN EFICIENCIA Y PRODUCTIVIDAD, OFRECIDA A GRUPOS ORGANIZADOS DE PRODUCTORES PARA POSIBILITAR MENORES COSTOS DE PRODUCCION Y ACCESO PLENO A LOS DIFERENTES MERCADOS.

6. OFERTA DE BIENES PUBLICOS APTOS Y EN CANTIDAD TAL QUE LOS CAMPESINOS, PEQUEÑOS PRODUCTORES Y CHACAREROS PUEDAN DISFRUTAR DE NIVELES DE CALIDAD DE VIDA ACEPTABLES MÁS ALLA DE LOS INGRESOS QUE DISPONGAN (EDUCACION, SALUD, VIVIENDA, ACCESO A SERVICIOS SANITARIOS, AGUA POTABLE, INFRAESTRUCTURA ENERGETICA Y DE TRANSPORTE TERRESTRE Y FLUVIAL, ETC.)

7. ATENCION ESPECIAL AL TRABAJO ASALARIADO DE QUIENES VENDEN SU FUERZA DE TRABAJO A LOS MEDIANOS Y GRANDES PRODUCTORES, ESPECIALMENTE AQUELLOS QUE LO HACEN EN FORMA TEMPORARIA PARA ASEGURAR LA REGISTRACION FORMAL DE TODOS Y LA CONCESION DE SALARIOS Y CONDICIONES DE TRABAJO DIGNOS.

8. PRESERVACION DE LA TIERRA BAJO EXPLOTACION EN CONDICIONES SUSTENTABLES REVISANDO TODA LA OFERTA DE INSUMOS BIOTECNOLÓGICOS QUE PUEDAN DAÑAR LA CALIDAD DEL SUELO Y LOS RECURSOS BASICOS DE QUIENES VIVEN EN LAS ZONAS RURALES (AGUA POTABLE, ESPECIALMENTE)

(El doctor Rofman es profesor universitario e investigador del CONICET, especialista en economía.)
(abrofman@fibertel.com.ar)