viernes, enero 22, 2010

Comunidad Mapuche desalojada en Neuquen.

Introducción
Los derechos de los pueblos originarios se encuentran vulnerados y amenazados a partir de la militarización de la comunidad Paichil Antriau. El 2 de Diciembre de 2009 se ejecutó el desalojo, tirando abajo tres casas, aún con gente adentro, dos de ellos niños de ocho y nueve años.

A partir de ese momento se instaló la policía y la violación sistemática de los derechos y violencia física constante. La comunidad ha denunciado agresiones, persecución, insultos, golpes de parte de los efectivos. Nada de esto ha sido escuchado. La comunidad se encuentra aislada y es víctima de una persecución también mediática que los estigmatiza y pone en duda de manera recurrente su pertenencia al pueblo mapuche.

La omisión, negación y represión son las constantes en la comunidad Paichil Antriau. El territorio está siendo saqueado, aún en los lugares sagrados.

Queremos denunciar la política represiva del gobierno de Neuquén hoy en manos de Jorge Sapag, y le solicitamos intervenga de manera urgente en este conflicto que hoy pone en riesgo la vida de los Mapuche en su territorio.

El gobierno nacional debe garantizar el cumplimiento efectivo de la legislación vigente, entre ellas la ley 26.160, recientemente prorrogada, que impide desalojos.
Le solicitamos sea garante del retiro inmediato de la policía del territorio de la comunidad y del relevamiento territorial urgente.


Contexto histórico
Luego de la llamada “Conquista del desierto” el estado argentino impuso límites espaciales e identitarios que antes no existían. Así, la cordillera de los Andes se conformó como límite jurídico que separa los estados de Argentina y ... (Seguir leyendo)

Tomado de http://prensacontrapunto.com.ar

jueves, enero 21, 2010

viento

Un viento fresco corre por la ciudad
los grillos agitan el silencio
se escuchan lejos unos perros taladrando la paz
capaz que el viento y los ruidos se apagaron

martes, enero 19, 2010

Sismo. Consejos de seguridad.

Consejos de Seguridad

Acudir a las zonas de seguridad ya establecidas.

Mantenerse alejado de vidrios y cornisas.

Si se está manejando. detener el vehículo.

Si se está en un edificio. No utilizar el ascensor, siempre la escalera.

Estar atento a menores de edad, minusválidos y ancianos.

Utilizar linternas a pilas.

No encender fósforos ni velas, ya que podría haber pérdidas de gas.

No salir corriendo en zona de paso vehicular.

http://inpres.gov.ar

Fuerte sismo sacude a Tucuman. No hay daños.

A las 14.35 pude sentir el temblor mas fuerte de lo que va del año. Si bien fue una sola sacudida, espero que no se repita. Y espero que en el resto del pais no haya habido consecuencias para la vida.
Recordando un poco, la cercanía de Tucuman con la Cordillera de los Andes y su ubicacion a los pies de la Sierras del Aconquija la hacen particularmente vulnerable a los temblores.

Una nota sobre Avatar

Por Norma Giarracca

El cine devela el lapsus de la sociedad, se adelanta a la narración derivada de los hechos que permiten a los cientistas sociales “armar” los procesos a posteriori. La literatura y el cine han dado buenos ejemplos de ello y, en los últimos tiempos, los films de ciencia ficción vuelven a corroborarlo imaginando mundos que nos conmueven por las altas probabilidades de que lleguen a convertirse en reales en un futuro no lejano. Las violencias y las muertes de un mundo desquiciado en un 2028 donde prima la infertilidad humana de Children of men, de Alfonso Cuarón, nos sorprendió en 2006 y ahora llega Avatar.

Se trata de una película de ciencia ficción de James Cameron que se desarrolla en 2154 en Pandora, una luna del planeta Polythemis con una atmósfera tóxica para los humanos y habitado por el pueblo Na’vi con una asombrosa conexión con la biodiversidad que los rodea. Pero llega el hombre, que dejó atrás un planeta devastado, portando la voracidad de una corporación minera acompañada por las bases militares para doblegar a la población, y por un grupo de científicos dispuestos a generar el conocimiento sobre el lugar para facilitar las necesidades de la empresa.

Los humanos estiman que los nativos radicados en las cercanías de un árbol sagrado asentado sobre una inmensa veta de un valioso mineral –en términos del capitalismo de los hombres de la Tierra—, el “unobtainium”, deben ser doblegados para lograr las extracciones. Los científicos han creado genéticamente a los avatares, una especie nueva que combina la memoria y capacidades de los humanos (aprendizaje, por ejemplo) con los cuerpos de los nativos Na’vi. Los planes operativos son varios: hacerse amigos y persuadirlos de la entrega, hacer participar científicos (¿convenios mediante?) y al protagonista, un ex marine lisiado, confundiéndolos entre ellos o simplemente devastarlos crudamente, terminar con ellos, con la biodiversidad y obtener los minerales. Por supuesto, algo sucede que cambia estos planes y no es lo que contaré aquí. Lo interesante es la situación que construye el millonario film: una corporación económica haciendo uso de las fuerzas militares y de una tecnociencia para lograr sus finalidades lucrativas. Cualquier parecido con la realidad actual de nuestros mundos es pura coincidencia.

No somos Na’vi, formamos parte de diversos pueblos latinoamericanos, poblaciones con fuertes conexiones con sus territorios defendiéndolos de este avance del poder económico amparado por los poderes políticos, las bases militares del poder mundial y la complicidad de las tecnociencias locales. Es Andalgalá, que está amenazada como pueblo porque tienen minerales debajo de sus casas, es Bagua del Perú amazónico, que resistió en niveles impensables en 2009, es Centroamérica hoy, es esta nueva prepotencia devastadora pero también las resistencias que circulan por doquier.

Una reflexión sobre el papel de la ciencia en el film de James Cameron que interesa para nuestros propios debates: la ciencia es una actividad producida por hombres/mujeres que el director ubica con alguna saludable distancia del poder militar; si bien estaban allí en función del poder económico y militar, uno de ellos, una mujer (no es un detalle menor pues en el plano militar ocurre algo semejante) que logró establecer lazos con la población nativa pues también es avatar, comprende los nuevos sentidos, códigos sociales y culturales de una población más densa, rica y respetuosa de la que ella proviene y termina con el protagonista en las territorialidades marcadas por la resistencia.

Podríamos criticar a Cameron porque cae en la tentación de convertir en héroe al avatar masculino –por repetir esa necesidad de terminar siendo ombligo del planeta propio y de los otros aunque sea un personaje apenas con pasado humano—, pero también podemos leerlo en clave de formación de identidades: las identidades no son fijas, se forman en las acciones colectivas, en esos momentos en que se decide si el sitio que corresponde es el de la devastación, saqueo y violencia o es el de la posibilidad de formar parte de un mundo otro, respetuoso de la biodiversidad y de las poblaciones. Es la aporía que atraviesa actualmente al sistema científico pero básicamente es el drama que cruza este presente y que muchos rechazan comprender por complicidad, negación o ignorancia.

* Socióloga, investigadora del Instituto Gino Germani (UBA).

Tomado de Pagina/12